Agregando agua a la harina
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1.- Mezclar manualmente durante tres minutos en un recipiente
toda la harina con el agua.
2.- Dejar reposar la masa entre 20 y 40 minutos cubriendo con un
repasador para evitar las corrientes de aire.
3.- Diluir en agua la sal y la levadura en recipientes separados y agregar a la masa.
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Comienza el amasado |
4.- Amasar con las manos enaharinadas para
evitar que la masa se pegue a los dedos durante unos 15/20 minutos.
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Plegando la masa sobre sí misma |
5.- Conviene siempre plegar la masa sobre sí misma para incorporar aire. Esto va a facilitar la formación de los alvéolos (ojos) de la miga
durante la cocción.
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Plegando la masa sobre sí misma |
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Aireando la masa
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Aireando la masa |
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Volúmen de la masa luego del amasado
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6.- Cuando la masa ya no se pega a la mesa damos por terminado el amasado. Hacer un bollo, colocar en una olla o recipiente y tapar con
repasador.
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7.- Dejar fermentar el bollo durante una hora, en tiempos calurosos. Una hora y media con bajas temperaturas.
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Cortando la masa
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8.- Cortar sin desgarrar la masa para hacer panes del tamaño que deseen y armar las piezas.
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Bollando las porciones de masa cortadas |
9.- Una vez armados las piezas dejar fermentar una hora en verano. Una hora y media en invierno.
10.- Justo antes de hornear, realizar cortes que no sean demasiado profundos sobre la superficie de las piezas y rociar con un rociador de plantas o de ropa. |
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11.- Inmediatamente después, sobre una chapa o bandeja metálica introducir las piezas en el horno a máxima temperatura.
12.- Dejar hornear durante aproximadamente 40 minutos. El tiempo de cocción depende del horno. |